Por problemas que no viene al caso pararse a explicar, el nuevo termo de mi casa funciona cuando le da la real gana. Ayer regresaba yo a media tarde del gimnasio, cuando me disponía a darme una refrescante y reparadora ducha. Tan refrescante y reparadora que no podía imaginarme resulto la ducha, pero eso viene luego. El caso es que no lograba encender el termo. Y había quedado esa noche.
Así que tenía que decidir, o darme el lavao del gato echándome desodorante y lavándome la cara, o ducharme con agua fría. Con el tema del gimnasio y el ir a estar con gente, parecía necesario lo del agua fría. Pero es que yo no estoy acostumbrao, no puedo ni aquí en Sevilla en los días de más calor, lo de poner el agua templada en vez de caliente, y acabar la ducha con un chorro de agua fría refrescante sí, pero la ducha entera con agua fría a pelo... eso no lo aguanto.
Y ahí estaba yo, metido en la ducha con el agua corriendo, pensando en las grandes hazañas del hombre a lo largo de la humanidad, mojándome los pies para calibrar la temperatura y acostumbrar al cuerpo (beach style) cuando, después de una memorable arenga mental haciéndome recordar que en ocasiones anteriores (como esos baños en la playa con el agua congelada o aquellas duchas criogénicas del viñarock 07) no me había muerto, me dirigí el chorro hacia la cara y pecho, a la vez que empezaba a danzar cual feroz guerrero cuando se va a lanzar al combate. Con los cojones como melocotones.
Tal fue el éxito de la primera y larga acometida, que me dispuse a enjabonarme para abordar la siguiente. Repetí el mismo proceso, y mi cuerpo de acero resistió con entereza las embestidas del temible chorro de agua fría, recalcando lo muy importante de no parar de agitarte mientras recibes el ataque. Después de unos minutos de intensa lucha, salí del baño limpio y eufórico, dando saltos de alegría, y exageradamente espabilao.
Con los cojones como uvas pasas, eso sí.
Así que tenía que decidir, o darme el lavao del gato echándome desodorante y lavándome la cara, o ducharme con agua fría. Con el tema del gimnasio y el ir a estar con gente, parecía necesario lo del agua fría. Pero es que yo no estoy acostumbrao, no puedo ni aquí en Sevilla en los días de más calor, lo de poner el agua templada en vez de caliente, y acabar la ducha con un chorro de agua fría refrescante sí, pero la ducha entera con agua fría a pelo... eso no lo aguanto.
Y ahí estaba yo, metido en la ducha con el agua corriendo, pensando en las grandes hazañas del hombre a lo largo de la humanidad, mojándome los pies para calibrar la temperatura y acostumbrar al cuerpo (beach style) cuando, después de una memorable arenga mental haciéndome recordar que en ocasiones anteriores (como esos baños en la playa con el agua congelada o aquellas duchas criogénicas del viñarock 07) no me había muerto, me dirigí el chorro hacia la cara y pecho, a la vez que empezaba a danzar cual feroz guerrero cuando se va a lanzar al combate. Con los cojones como melocotones.
Tal fue el éxito de la primera y larga acometida, que me dispuse a enjabonarme para abordar la siguiente. Repetí el mismo proceso, y mi cuerpo de acero resistió con entereza las embestidas del temible chorro de agua fría, recalcando lo muy importante de no parar de agitarte mientras recibes el ataque. Después de unos minutos de intensa lucha, salí del baño limpio y eufórico, dando saltos de alegría, y exageradamente espabilao.
Con los cojones como uvas pasas, eso sí.
8 comentarios:
Nosotros descubrimos la magia de la ducha criogenica, gracias al primer Sella con los chorros criogenicos con los que pasabas de ser una escoria asquerosa que queria morir, a una persona recien creada dispuesta para el desfase.
Curiosa magia la de la ducha fria.
De hecho yo aqui aplico 2 o 3 veces a la semana sauna, y cada vez que sales calentito hay que aplicarse cold water, fight or die. La mejor sensacion.
de hecho acabo de recordar como otro momento agua fría ahora que lo dices, yo también aplicaba agua fría después de sauna las pocas veces que me ha dao por ir a la del gimnasio, o el par de veces en la del poli, porque dicen que es lo suyo
La euforia es real como la vida misma, y es precisamente lo que mas me gusta, me activa, y es el motivo principal de que durante muchos años me haya pegado veranos completos de ducha fria y en otras estaciones algún que otro día. Me gusta también la sensación de calor que te da cuando sales de la ducha, resulta que comparao con el agua congelada el aire esta calentito, incluso una vez pasado el infierno de frio estas agusto cuando te enjabonas.
Bueno xD yo el otro dia estube en 1 situacion practicamente identica a la de adri xD cambiando gym por futbol y que mi termo lleva jerido años y seguira jerido durante unos puñados mas.
Comentar que siempre que el termo se queda sin gas por las mierdas de bombonas, es aqui el compi al que le toca joderse, nose porque, nunca mi hermana ni mi madre, ni mi padre. NO, YO¬¬ xDD
Osea que normalmente en esas circunstancias termino suplicando a mis padres ke se pongan al lado del termo y me lo enciendan xD para terminar de duxarme con agua medianamente templada, pero bueno que me explallo bastamente, el otro dia me voy a duxar, pido que me pongan el termo y me dicen no keda nada en al bombona, y yo... wtf? pues voy a por una! pero claro eran las 22.15 y apartir de las 22.00 no venden osea que duxazo frio brutal que me pegue xD.
Y bueno lo del sella con agua fria en este nuestro primer año = XD
que si no me equivoco fueron consejos de mena y guille creo o solo mena xD, pero total fue el iros a la calita gitana y en la duxa os kitais la mierda xD
PD: Y la euforia era bastisima
Hombre Vladi, me alegro verte por aquí xD
a ver si consigo nuevos lectores aparte de los antiguos en esta nueva etapa.
Y JD recordarás que hace poco te dije en tu casa eso de que agua fría y encima fuera de verano era incapaz.
A new beginning xD
Soy 1 lector silencioso de tu blog :x xD
xDDDDDDD
El Vladi ahí de estrangis, el mamón...
Publicar un comentario