Bienvenidos a otra sesión de psicoanálisis social aquí en vuestro blog favorito, Lanzadera de Juicios.
Esta mañana me han asaltado (aparte del aburrimiento) unas ganas locas de hablar sobre cierta situación que veo repetirse con relativa frecuencia, especialmente en ámbitos familiares, por algo que especificaré más adelante.
Resulta que conocemos a dos personas, Pepe y María, que se conocen entre sí. Pepe te hace partícipe constantemente de situaciones en las que se queja de la injusticia del trato de María para con él, situaciones en las que ves que, efectivamente, Pepe tiene motivos para quejarse. Cuando te cuenta las situaciones parece que Pepe viva en un mundo y María en otro, y tú vivas en el de Pepe.
Pero distinto se dibuja el panorama cuando el conflicto es entre María y tú. No importa la razón que lleves, no importa que el conflicto sea calcado al que tuvieron ellos, nisiquiera si lo apoyaste en él. Pepe sacará el escudo y la espada por María, caiga quien tenga que caer por enmedio. Es algo que no puede evitar.
Y no son casuales los nombres que he elegido, porque puedes verte en esta situación con más de un Pepe que pierde la cabeza por alguna María con mucho carácter y poca razón. Y el enfatizar en los entornos familiares tampoco es casualidad, porque hay muchos padres Pepes y muchas madres Marías. No ocurre tanto al revés.
Esta mañana me han asaltado (aparte del aburrimiento) unas ganas locas de hablar sobre cierta situación que veo repetirse con relativa frecuencia, especialmente en ámbitos familiares, por algo que especificaré más adelante.
Resulta que conocemos a dos personas, Pepe y María, que se conocen entre sí. Pepe te hace partícipe constantemente de situaciones en las que se queja de la injusticia del trato de María para con él, situaciones en las que ves que, efectivamente, Pepe tiene motivos para quejarse. Cuando te cuenta las situaciones parece que Pepe viva en un mundo y María en otro, y tú vivas en el de Pepe.
Pero distinto se dibuja el panorama cuando el conflicto es entre María y tú. No importa la razón que lleves, no importa que el conflicto sea calcado al que tuvieron ellos, nisiquiera si lo apoyaste en él. Pepe sacará el escudo y la espada por María, caiga quien tenga que caer por enmedio. Es algo que no puede evitar.
Y no son casuales los nombres que he elegido, porque puedes verte en esta situación con más de un Pepe que pierde la cabeza por alguna María con mucho carácter y poca razón. Y el enfatizar en los entornos familiares tampoco es casualidad, porque hay muchos padres Pepes y muchas madres Marías. No ocurre tanto al revés.
3 comentarios:
buen aporte
manda huevos Adri
lo has clavao jejeje
El problema en mi opinión está en que la mayoría de los Pepes son, quien más y quien menos, unos calzonazos, y la gran mayoría de Marías son unas arpías; porque puede que Pepe en un momento de dislexia intelectual cambie de postura frente a una situación, pero cuánta parte del cambio estará directamente provocada por esa María, que actúa silenciosa y subliminalmente, incluso hasta el punto que Pepe opina que todo es motivación suya? Yo diría que mucha, queridos... En resumen, que las mujeres son maaaalas xD
PD: me ha gustao xD
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